Entre los habitantes de Masquefa, hay una joven llamada Alba que tiene un sueño diferente al de sus compañeros. Alba no quiere dedicarse al tratamiento de residuos como sus padres y sus abuelos. Ella quiere explorar el mundo y ver si hay algo más allá de la basura que cubre la tierra.
Alba es una chica curiosa e inteligente que siempre está buscando aprender cosas nuevas. Le gusta leer libros antiguos que hablan de la historia y la ciencia de la humanidad, y le fascinan las historias de aventuras y descubrimientos. Alba cree que la humanidad tiene un potencial enorme y que puede encontrar una forma de restaurar el equilibrio con la naturaleza.
Pero Alba sabe que su sueño es casi imposible de realizar. La ciudad de Masquefa está rodeada por un muro de seguridad que impide la salida y la entrada de personas y vehículos. El muro está vigilado por drones y cámaras que controlan todo lo que ocurre en la ciudad. El gobierno central, que se encuentra en una ciudad lejana llamada Barcelona, es el encargado de administrar los recursos y las normas de Masquefa. El gobierno central no permite que nadie salga de la ciudad sin su autorización, y solo envía suministros básicos como comida, agua y medicinas.
Alba sabe que el gobierno central tiene sus razones para mantener a Masquefa aislada. La ciudad es una pieza clave en el sistema de tratamiento de residuos, y cualquier alteración podría poner en riesgo la supervivencia de la humanidad. Además, el mundo exterior es peligroso e inhóspito, lleno de amenazas desconocidas y hostiles. Alba ha oído historias de personas que intentaron escapar de Masquefa y nunca regresaron.
Pero a pesar de todo, Alba no pierde la esperanza. Ella cree que hay algo más allá del muro, algo que vale la pena descubrir. Ella cree que hay otras ciudades, otros pueblos, otras formas de vida. Ella cree que hay una solución al problema de la basura, una solución que no implique sacrificar la salud y la felicidad de las personas.
Alba tiene un plan para escapar de Masquefa. Ha estado estudiando los patrones de los drones y las cámaras, y ha encontrado un punto ciego en el muro. Ha conseguido un mapa antiguo que muestra las rutas posibles hacia otras ciudades. Ha preparado una mochila con provisiones y herramientas. Y ha contactado con un grupo clandestino que se llama «Los Rebeldes», que comparten su visión y su deseo de cambiar el mundo.
Alba está lista para emprender su aventura. Solo le falta una cosa: encontrar un compañero o una compañera que quiera acompañarla en su viaje. Alguien que tenga el valor, la curiosidad y el sueño de ver el mundo con otros ojos.
¿Serás tú ese alguien?
El futuro de un pueblo destinado a la basura (II)
